Alfred Newman, nacido en New Haven
(Connecticut) en 1901, tiene la singularidad de ser uno de los pocos
compositores norteamericanos de los inicios de la creación de bandas
sonoras en un mundo dominado por compositores europeos que emigraron
a Hollywood.
Nace en el seno de una familia humilde
de diez hijos de los cuales tres, Alfred, Lionel y Emil destacarían
como intérpretes musicales.
A pesar de la pobreza, los hermanos
logran obtener formación musical siendo uno de sus mentores Arnold
Schönberg.
Como ocurrió con otros tantos
compositores fue un niño prodigio. Comienza a estudiar piano a la
edad de cinco años, a los siete años de edad realizó el primero de
los conciertos de piano y ayudaría a complementar los ingresos
familiares tocando en teatros y restaurantes.
Con 19 años llega a Broadway donde
conoce George Gershiwn, Richard Rogers y Jerome Kern. En 1930 se
trasladó a Hollywood con la idea de convertirse en un compositor y
director de musicales. Su primera partitura para el cine llega un año
más tarde con Street Scene (1931) haciendo uso de un marcado ritmo
de jazz-urbano. En 1933 compone la fanfarria más escuchada, la
obertura de la 20th Century Fox. Ocho años más tarde conseguía de
la academia hollywoodiense su primera estatuilla a la mejor dirección
por ALEXANDER'S RAGTIME BAND (1938).
En 1939 la Fox le ofrecía el cargo de
compositor y coordinador de su equipo musical, cargo que desempeño a
lo largo de 20 años. Alfred Newman compuso hasta 225 partituras con
multitud de enfoques temáticos: religioso, comedia, drama histórico
y contemporáneo, acción, far-west...
En los años 30,entre sus obras más
notables, caben destacan Dr Arrowsmith (1931), algunas películas de
William Wyler como Esos tres (1933), “Desengaño”(1936) o Rivales
(1936), El prisionero de Zenda (1937) (por la que recibiría su
primera nominación a los premios de la Academia), Huracán sobre la
isla(1937), El Vaquero y la Dama(1938), Gunga Din (1939), Beau Geste
(1939), El joven Lincoln (1939), Cumbres Borrascosas (1939) o
“Corazones indomables (1939) (una de sus primeras colaboraciones
con John Ford). Teniendo ya en 1939 9 nominaciones a los oscars.
En década de los 40 comenzaría
recibiendo su segundo oscar por Tin Pan Alley (1940) y compondría
scores memorables como los de Las Uvas de la Ira (1940), El forastero
(1940), El signo del Zorro (1940), ¡Que verde era mi valle! (1941),
El Cisne Negro (1942), La Canción de Bernadette (1943) (su tercer
oscar), Wilson (1944), El filo de la navaja (1946), Siempre en tus
brazos (1947) (su cuarto oscar), Cielo amarillo (1948) o Carta a tres
esposas (1949).
Afianzado en su cargo de coordinador y
trabajando con una gran equipo (hay quien dice que no compuso todas
las obras que firmo en aquella época, pero lo que si es cierto es
que entendía el concepto de música de cine como pocos) en la década
de los 50 firmaría obras como El Pistolero (1950), Eva al denudo
(1950), Con una canción en el corazón (1952) (quinto oscar),
Llámame Señora (1953) (Sexto Oscar), La Túnica Sagrada(1953),
Sinuhé el egipcio (1954), Papa Piernas Largas( 1955), La colina del
Adiós(1955) (Séptimo Oscar), El Rey y Yo (1956) ( Octavo Oscar),
Anastasia (1956) y el Diario de Ana Frank (1959).
Ya al final de esta década ha
comenzado a espaciar sus creaciones en el tiempo y así en los años
60 pasa de componer hasta tres bandas sonoras en 1962 a dejar dos
años en blanco y componer solo una en cada uno de los años
siguiente...aun así, aunque corta, su producción es de una gran
calidad con partituras como las de La Conquista del Oeste (1962) (una
de mis favoritas), La Historia más grande jamás contada (1965),
Nevada Smith (1966), Camelot (1967) (su Noveno y último Oscar) o
Aeropuerto (1970) (su última obra). Fallecería ese mismo año
víctima de un enfisema.
En estos 40 años de producción,
Alfred Newman ha sido el compositor más galardonado en la historia
de los oscars con 9 estatuillas y el segundo más nominado con 45
candidaturas (detrás de John Williams que ostenta 49), recibiendo
además 1 nominación a los globos de oro y 3 nominaciones a los
GRAMMY .
Es además generador de una nueva
dinastía de compositores con sus hijos Thomas y David Newman.
Os dejo con algunas de sus mejores
obras...
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